La presencia de grupos armados irregulares en la frontera colombo-venezolana durante los últimos años es una situación conocida y que ha sido utilizada por el régimen para reprimir y atemorizar a la población civil que habita la zona, convirtiéndolas en espacios grises donde el Estado venezolano se había negado a estar presente dando paso a grupos armados irregulares.
A raíz de la implementación de la operación denominada “Escudo Bolivariano 2021”, la población de La Victoria, pueblo fronterizo ubicado en el estado Apure, sufre los embates de conflictos armados entre la Fuerza Armada Nacional (FAN) y disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se refugian en territorio venezolano y reclutan forzosamente a jóvenes de la región.
El domingo 21 de marzo, se registró un enfrentamiento entre las FAN y estos grupos guerrilleros en La Victoria, que dejó un saldo de 11 militares heridos y la muerte de otros dos. El operativo concluyó con la detención de 32 personas en el sector La Coromoto del municipio Páez, estado Apure.
La noche del martes 23 de marzo, disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atacaron con explosivos un edificio del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) ubicado en La Victoria, estado Apure, cuestión que también dejó sin suministro de energía eléctrica a las comunidades aledañas.
Debido a los recientes enfrentamientos entre las FARC y la FAN, el alcalde de Arauquita, Etelivar Torres, en un comunicado publicado destacó que, para el martes 23 de marzo, 666 grupos familiares habían huido de Venezuela en busca de refugio, lo que significa que más de 3.000 personas se han desplazado al municipio colombiano Arauquita, informó José Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch. Según los datos suministrados, alrededor de mil jóvenes han tenido que desplazarse forzosamente de sus hogares con destino a Colombia a través de pasos irregulares para encontrar un lugar seguro lejos de las calamidades que actualmente enfrentan las comunidades fronterizas de estados venezolanos.
Feliciano Valencia, senador colombiano y líder indígena, denunció que el pueblo indígena Makaguán está en riesgo de desaparecer por los conflictos armados que están ocurriendo en el estado Apure los últimos días, puesto que más de 200 indígenas se han desplazado forzosamente desde su comunidad en La Soledad hacia Colombia hasta los momentos.
La juventud se ve especialmente afectada por los efectos de los conflictos armados. Los jóvenes venezolanos observamos con preocupación los acontecimientos que han tenido lugar en el estado Apure y exigimos al Estado venezolano que sean tomadas las acciones correspondientes para construir una verdadera paz en la región, en el marco del restablecimiento del Estado de Derecho, seguridad, bienestar, la preeminencia de los derechos humanos y el respeto del artículo 13 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), que establece que ‘‘El territorio no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en forma alguna enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional. El espacio geográfico venezolano es una zona de paz’’.