El 60% de los migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe son menores de 35 años y más del 50% no tiene pareja, indicó un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presentado este jueves.
La encuesta fue aplicada a lo largo de 2019 por el Migration Policy Institute (MPI) a casi 33.000 migrantes venezolanos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay.
La crisis generalizada en Venezuela ha llevado en los últimos años a más de cinco millones de sus habitantes a salir del país, de los cuales cuatro millones llegaron a naciones de América Latina y el Caribe, de acuerdo con los datos de la OIM y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Esta información es clave para «la toma de decisiones de política pública y tratar mejor el tema de la migración venezolana, especialmente ahora con la llegada de la COVID-19», señaló el experto en política migratoria en América Latina del MPI Diego Chaves.
Según la encuesta en Brasil, Colombia, Guyana y Trinidad y Tobago, países fronterizos con Venezuela, los migrantes venezolanos son jóvenes, solteros y tienen un nivel educativo bajo.
En Ecuador y Perú los migrantes también tienden a ser jóvenes y más de la mitad eran solteros pero con mayores niveles educativos: el 20% de los encuestados en ambos países dijo tener educación universitaria o superior, mientras nivel técnico afirmó tener un 19% en el primero y un 15% en el segundo.
Aquellos desplazados a destinos más alejados como Argentina, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay se caracterizan por tener altos niveles educativos, pues la más de la mitad de los encuestados dijo tener posgrado o maestrías.
«Los mayores riesgos para migrantes y refugiados de Venezuela se asociaban con los largos periodos de tránsitos y los graves peligros son explotación y abuso, exposición a temperaturas extrema, jornadas largas en terrenos inhóspitos, discriminación, rechazo e incluso persecución», dijo el representante Conjunto de ACNUR-OIM para Refugiados y Migrantes Venezolanos, Eduardo Stein.
Los principales retos durante los viajes fueron falta de recursos financieros, escasez de comida, falta de un lugar donde dormir, entre otros.
En Colombia, el 91% de los encuestados dijo que tuvo problemas financieros mientras viajaban, y el 80% de los entrevistados en Guyana expresó que les preocupó la inseguridad alimentaria.
El 5% o menos de los entrevistados el año pasado, antes de la crisis por la COVID-19, dijo que no pensaba regresar a Venezuela, con la única excepción de los que están en Colombia, donde el 17% dijo tener planes de volver.
El 100% de los encuestados en Chile deseaba quedarse allí, lo mismo que en Guyana con un 98%, en Costa Rica (97%), Brasil (96%), Uruguay (95%), en Paraguay (93%), en Argentina (91%), y Trinidad y Tobago (87%).
Más del 50% de los encuestados que enviaron recursos a casa, mandaron dinero, pero también medicamentos, alimentos y otros recursos, y la mayoría utilizó servicios de transferencia informales para enviar las remesas, excepto en Ecuador, donde el 50% utilizaron trasferencias bancarias.
Más de un tercio de los encuestados en Uruguay y más del 10% de aquellos en Argentina, Guyana y Trinidad y Tobago dijeron que transfirieron recursos por medio de conocidos.
Reporta: EL ESTIMULO