Venezuela tiene diversas poblaciones que sufren en el silencio y bajo el olvido de quienes están en la responsabilidad de brindar garantías efectivas para la dignidad de las personas y para el ejercicio de los derechos fundamentales. En este sentido el equipo de documentación y monitoreo del Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos, durante el año 2020 ha venido observando con preocupación la situación que viven los adultos mayores del municipio Tinaquillo.
Más de 100 adultos mayores son “beneficiarios” del comedor popular de Tinaquillo en Cojedes que funciona bajo el patrocinio de la alcaldía del municipio cuya gestión actual es llevada por Luis Yoyote Rojas. Sin embargo, el acelerado deterioro nacional reflejado en el desabastecimiento, el alto costo de los productos, la falta de empleos, y otras circunstancias que forman parte de la Emergencia Humanitaria Compleja que viven los venezolanos, ha hecho que los adultos mayores “beneficiados” se vean expuestos a situaciones que atentan contra su dignidad.
Largas filas que duran horas, se observan a las afueras de la sede del comedor ubicado en las adyacencias de la Plaza Bolívar de la ciudad para acceder a un plato de granos únicamente y sin tener la seguridad de poder recibirlo. Esta es la historia del día a día de muchos abuelos y abuelas que no tienen la fuerza necesaria para poder sostenerse económicamente y que las pensiones no cubren las necesidades mínimas para una vida digna.
Desde el Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos, nuestro director Ejecutivo Gabriel Aranguren ha manifestado que esta situación se ha denunciado y visibilizado desde el año 2019 – 2020 por diversos líderes, políticos, sociales, comunitarios e incluso defensores de derechos humanos y las autoridades aun hacen caso omiso. Llamamos a la reflexión y a la humanidad ante las circunstancias que viven los adultos mayores en el estado Cojedes.